Uno de los caminos más difíciles a modo personal, es aquella aventura que uno debe aceptarse a uno mismo. Para unos es más fácil que para otros. En mi caso fue algo un poco turbulento, pero al final, logré superar el Final Boss que es uno mismo.
Quería escribir algo diferente este semana, algo más como introespectiva. Por que hace unos momentos estaba pensando que una de las películas que más me gusta es Megamente, si no lo han visto a modo de resumen es que se trata de una historia homóloga a la de Superman que es un par de niños que sus planetas son absorbidos por un hoyo negro y que los ponen en una cápsula de escape a la tierra.
Donde uno de los niños es el bueno como Superman se crió con una familia adinerada y Megamente en la cárcel y de ahí que fue criado por los privados de libertad. Entonces se vuelven archienemigos donde un día Megamente lo derrota y de se apodera de la ciudad. Es una película que vale la pena ver.
Bueno Megamente en su creencia de que lo que buscaba es ser el mejor villano descubre que es la percepción de él mismo es un poco diferente y se redescubre como persona.
La vida es un reflejo de como uno se percibe
Y es que es interesante que cuando uno cambia la percepción de uno mismo la vida empieza a cambiar, y gira en torno a eso. La mente es una herramienta muy poderosa que si usted ve lo negativo, va a traer lo negativo a lo cotidiano. Uno mismo se sabotea sin notarlo y también procrastina a causa de eso.
Esos son síntomas de que uno debe tener una introespectiva con uno mismo. Lo que me funciona a mí es que yo siempre me pregunto:
¿Por qué estoy molesto?
¿Qué no me gusta?
¿Qué pasó recientemente que me molesta?
Ese tipo de cosas me llevan a ver que lo que está pasando y de ahí a tratar de conversalo a modo interno y buscar una solución para que las cosas caminen.